La Alimentación Energética consiste en saber reconocer la energía de cada alimento y su efecto en nuestro cuerpo para transformar y equilibrar nuestro estado interno.
Todo el universo vibra y fluye con dos energías opuestas y complementarias:
Energía Yin.
Energía de expansión, apertura, enfría, humedece, purifica, vibración rápida, menos densa, próspera en climas cálidos, crecimiento hacia arriba, movimiento centrífugo.
Estación y tipo de cocción:
- Invierno
- Alimentos crudos
- Hervido/al vapor/escaldado
Energía Yang.
Energía de contracción, compacto, calienta, seco, fortificante, más denso, cierre, condensación, vibración lenta e interior, crecimiento hacia la tierra, movimiento centrípeto.
Estación y formas de cocción:
- Verano
- Alimentos cocinados
- Guisar/hornear/freír/asar
Si podemos identificar estas dos energías en los alimentos que consumimos, podemos equilibrarnos, mejorar nuestra constitución física, disposición genética, regularnos y mantener un estado alto de energía vital.
Según la filosofía Taoísta, la salud es un estado en el que estas dos fuerzas opuestas e interconectadas yin y yang, se encuentran en equilibrio.
Si te sientes en un estado yin, debes comer más alimentos yang y viceversa. A continuación se adjuntan los alimentos con energías extremas y alimentos con una energía equilibradora:
Alimentos con una energía extrema Yin (a evitar)
– Drogas, alcohol, bebidas gaseosas azucaradas, estimulantes (café, té…)
– Azúcares (Azúcar blanco, moreno, de caña, miel, sirope de arce, helados, chocolate, fructosa…)
– Lácteos blandos (leche de soja, tofu crudo, mantequilla, nata, cuajada, leche de vaca, quesos blandos, yogur…)
– Exceso de verduras solanáceas o muy expansivas (tomate, pimiento, berenjena, patatas, espinacas, acelgas, champiñones…)
Alimentos con una energía moderada o equilibradora (a consumir)
– Endulzantes naturales (melaza de cebada y maíz, miel de arroz…)
– Frutas secas locales sin sulfatos (pasas, albaricoques, orejones, manzanas, peras…)
– Frutas frescas locales y de la estación ( manzanas, peras, melocotones, albaricoques, nísperos, cerezas, fresas, sandía, melón…)
– Semillas y frutos secos (sésamo, girasol, calabaza, almendras, nueces, cacahuetes..)
– Verduras locales y de estación
– Algas (Kombu, espagueti de mar, arama, wakame, dulse, nori…)
– Leguminosas y proteínas vegetales (lentejas, garbanzos, pintas, azukis, alubias, seitán, tempeh, tofu ahumado…)
– Cereales integrales y pasta integral
– Pescado y marisco
Alimentos con una energía extrema Yang (a evitar)
– Aves
– Carnes rojas y grasas saturadas
– Quesos secos y salados
– Huevos, embutidos, pizzas, horneados
– Horneados (pan, bollería, especialmente con harina blanca)
– Comidas preparadas
– Aderezos, aliños y salsas comerciales
“Tenemos que llenarnos de vida para no llenarnos de comida”
Es importante recordar que las necesidades dietéticas de cada persona depende de muchos factores, como el lugar donde vives, el clima, las estaciones, el momento del día… por ello, debemos consumir alimentos cultivados localmente, en lo posible orgánicos y que sean de temporada, para maximizar su nutrición.
Para transformarnos a todos los niveles en primer lugar tenemos que entender nuestra condición, en segundo lugar, intentar reducir o evitar los alimentos con energías extremas y por último generar la energía que deseamos a todos los niveles, con la alimentación, en el trabajo, la forma de vivir, nuestras relaciones…
Entender las energías yin y yang de los alimentos te ayudará a utilizar los alimentos como medicina natural para escoger libremente lo que nos conviene a cada momento, sintiéndonos creadores y generadores de nuestra energía vital.
“La Conciencia proporciona la Sabiduría necesaria para sanar el Cuerpo, la Mente y el Alma”
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